Nos pasa que la rutina, la falta de tiempo y las distancias nos han dificultado visitar a nuestros seres queridos tanto como quisiéramos. El cumplimiento de todos los compromisos nos quita tiempo de distracción y en la misma bolsa caen, muchas veces, las salidas y los espacios de recreación con otras personas.
Con el correr del tiempo, las redes sociales de la mano de Internet, se han vuelto un medio importante para poder sostener los lazos con las personas. Mantener el contacto, escucharlos, y hasta compartir momentos divertidos, todo se hace por medio del Whatsapp, las redes sociales, la webcam, etc.
Se han vuelto muy populares los grupos de amigos, donde todos escribimos en los ratos que tenemos libres y así suplimos los momentos que ya no tenemos disponibles por nuestras cargadas rutinas. ¿Es esto sano? ¿Es esto real? ¿Nos estamos conformando con poco?
En lo personal, pertenecemos a una generación que creció jugando en la calle ya sea a la pelota o con las muñecas, a las escondidas y a la mancha. En carnaval, salíamos con las bombuchas a jugar con nuestros amigos del barrio. No imaginamos cómo igualar la sensación refrescante de una tarde de sol y viento andando en bicicleta o patinando a estar en una computadora o celular interrelacionándonos.
Sin embargo, nuestra profesión nos ha enseñado el valor agregado que hoy tiene el hecho de tener a nuestra disposición tantas redes que facilitan nuestra comunicación. De hecho, nos encanta y hacemos uso y somos parte de la enorme red.
Entonces nos surgió una pregunta casi obvia ¿Cómo manejar la recepción de tanto estímulo virtual y no tentarnos a robar tiempo de la vida real?
Una justa medida de todo es la respuesta. Un balance saludable entre integración social reforzada virtualmente sería lo ideal para cada persona. No desplazar los recursos sociales de las personas en el mundo real, para que las relaciones virtuales se vuelvan el sustituto de una verdadera compañía.
Algo así como, más offline de las redes virtuales y más online de la vida real.
Me encanto! Online a las relaciones sociales!
¡Gracias Macarena!
¡Muy interesante! Como siempre, gracias por compartir sus reflexiones.
¡Gracias Cynthia!
¡Muy interesante y verdadero! Un día te olvidás el celular y es el peor día de tu vida. Cuando antes, por lo menos en mi generación, era algo que nunca usábamos.
¡Gracias Nadia!